Los ensayos más negros e iluminadores del primero de los escritores malditos.
Este volumen recoge algunos de los textos que mejor definen a Thomas de Quincey y mejor plasman su compromiso con la inteligencia, la verdad, el humor y la polémica.
Con «Judas Iscariote» levantó ampollas al afirmar que el apóstol que traicionó a Jesús era al menos tan santo como éste porque el plan de Dios jamás hubiera podido cumplirse sin su obediencia y sacrificio; en «Sobre la guerra» plantea el imposible final de los conflictos armados; «Sobre el suicidio» es una reflexión de las posibles justificaciones de ese acto definitivo a la luz de un gran poema de John Donne; en «Sobre la superstición moderna» examina la irracionalidad como madre de todas las religiones. «Judas» explica por qué Jorge Luis Borges consideraba a De Quincey uno los pensadores más agudos de cualquier época.
Thomas de Quincey (Mánchester, 1785-Edimburgo, 1859) fue uno de los escritores ingleses más notables del romanticismo y también uno de los más polémicos. Hijo de un rico comerciante, se hizo adicto al opio en 1804, cuando estudiaba en Oxford. Nunca se graduó. Se hizo amigo íntimo de Coleridge, que lo integró en el grupo de los poetas lakistas junto a William Wordsworth y Robert Southey. De Quincey logró una notable popularidad en su época y su literatura influyó en escritores tan célebres como Edgar Allan Poe, Charles Baudelaire y Jorge Luis Borges.
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