En Huida hacia el sur (publicada originalmente en 1961), un antropoide simpático y erudito—llamado, seguramente no por casualidad, Godot—recorre Polonia en compañía de tres adolescentes.
Caricaturizando la novela juvenil de aventuras y añadiendo dibujos de su propia mano, Mrożek consigue una versión rústica y disparatada del tebeo, género tan popular como inaccesible en la Polonia comunista. Y si la forma rehace de manera absolutamente cómica su modelo, el propio relato no duda en ridiculizar la pseudoindustrialización, los planes quinquenales, los esnobismos literarios, los provincianismos mezquinos, los pequeños sueños de gran mundo y de evasión que predominaban en aquel país.
Huida hacia el sur es uno de las primeras novelas de Mrożek, en la que se le encuentra ya de cuerpo entero: divertidísimo, inteligente y, por encima de todo, enormemente singular.
Sławomir Mrożek (Borzecin, Polonia, 1930 – Niza, 2013) estudió arquitectura, historia del arte y cultura oriental. Antes de darse a conocer como escritor, obtuvo cierto éxito como periodista y dibujante satírico. A partir de 1957, su carrera literaria se desdobla en dos facetas, la de autor dramático—que le ha merecido un reconocimiento universal y un extraordinario éxito popular—y la de narrador. Acantilado ha publicado Juego de azar (2001), La vida difícil (2002), Dos cartas (2003), El árbol (2003), El pequeño verano (2004), La mosca (2005), Huida hacia el sur (2008), El elefante (2010), La vida para principiantes (2013), la autobiografía Baltasar (2014) y Magacín radiofónico (2019). |