La emocionante, intricada y patéticamente divertida anatomía de una estafa: la venta de los diarios (falsos) de Hitler
21 de abril de 1945. Un avión de la Luftwaffe despega entre las ruinas de Berlín con un cargamento de documentos secretos pertenecientes a Adolf Hitler. Media hora más tarde, el avión se estrella en el bosque de Heidenholz, cerca de la frontera checa, una zona que pronto quedará dominada por el Ejército Rojo y acabará formando parte de la futura Alemania del Este. Apenas hay supervivientes, pero los campesinos locales consiguen llegar al lugar del siniestro a tiempo para rescatar parte de la carga de entre las llamas.
Primavera de 1983. Una revista alemana saca a subasta los derechos de publicación de los diarios secretos de Hitler. Representantes de los mayores grupos de comunicación del planeta se reúnen en la cámara acorazada de un banco suizo, decididos a hacerse con ellos como sea. El precio inicial son más de tres millones de dólares, pero las negociaciones no tardan en torcerse.
Ahora. Robert Harris, el popular autor de grandes bestsellers como Patria, Múnich, El poder en la sombra o la Trilogía de Cicerón, despliega en Vender a Hitler el característico pulso narrativo de sus mejores thrillers para plasmar la historia del supuesto descubrimiento de uno de los documentos más codiciados del siglo XX: los diarios privados de Adolf Hitler. Un fiasco de proporciones mayúsculas protagonizado por falsificadores, ladrones, periodistas avariciosos, viejos nazis recalcitrantes, magnates sin escrúpulos, historiadores burlados y maletines repletos con disparatadas sumas de dinero. Y eso es sólo el comienzo de esta disparatada historia picaresca, una fábula real sobre el peso del pasado y el precio y la manipulación de la verdad.