Divertido relato con un inesperado puntito de ciencia-ficción (ahora ya no es inesperado porque lo he puesto yo aquí, jaja)
«Si tuviera que elegir los quince mejores cuentos que he leído en toda mi vida, Enoch Soames estaría entre ellos, y no en último lugar».
Revista Tijeretazos
Enoch Soames es un poeta decadentista tan mediocre como pedante, autor de tres obras que, muy a su pesar, no le han procurado fama ni prestigio alguno. Convencido de ser un escritor de talento injustamente ignorado, sueña con el reconocimiento que, quizá, reciba de manera póstuma. Un día, mientras cena en el Soho londinense con Beerbohm, el involuntario testigo de sus desgracias, un personaje con pinta de pendenciero que afirma ser el diablo le ofrece la oportunidad de viajar al futuro para comprobar qué le depara la posteridad. Publicado originalmente en 1916 en The Century Magazine, este relato fue incluido más tarde en la recopilación Seven Men (1919), así como en la mítica Antología de la literatura fantástica (1940) de Borges, Casares y Ocampo. A medio camino entre la sátira, el naturalismo y la fantasía, Enoch Soames es una extraordinaria pieza de la literatura humorística tan ingeniosa como imperecedera
Henry Maximilian «Max» Beerbohm (Londres, 1872 – Rapallo, Italia, 1956) se educó en Oxford, donde destacó como gran caricaturista, y ya en 1892 The Strand Magazine difundió su obra gráfica. Integrante del grupo formado por Oscar Wilde, Robert Ross y Alfred Douglas, entre otros, también cultivó la escritura con tanto éxito como el dibujo. En 1911 publicó su única novela, Zuleika Dobson (Acantilado, en prensa), y en 1919, la recopilación de relatos Seven Men. Acantilado ha publicado los cuentos El farsante feliz(2012) y Enoch Soames (2019).
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