Después de aguardar pacientemente en una cola, un hombre común y corriente se presenta como el mismísimo Dios. No tiene hogar, ni pasaporte, ni acreditación alguna como ciudadano, pero unos cuantos prodigios invitan a creerle, así que este enigma metafísico «en persona» muy pronto desencadena una tormenta mediática. Pasado ese primer momento de estupor, sin embargo, la algarabía dará paso a un juicio gigantesco contra ese «culpable universal». Confrontando a su Dios con ciertas lacras de nuestro tiempo -los reality shows, la publicidad, la mercadotecnia-, y echando mano de un humor ácido y absurdo, Matthieu construye una fábula filosófica y moral que nos invita a reflexionar acerca de algunos de los conceptos más arraigados y nocivos de nuestra sociedad.
Marc-Antoine Mathieu es un dibujante y escritor de cómics, nacido en 1959 en Antony, Francia. Creció en Angers, donde asistió a la escuela de bellas artes. Trabajó la escenografía en el taller Lucie Lom donde aprendió mucho sobre los espacios y decorados. Comenzó publicando en diversas revistas como Marcel, Le Banni y Morsures. En 1990 comenzó su serie más importante con L’Origine, el primer volumen de su alocada y experimental serie Julius Corentin Acquefacques, prisonnier des rêves. Este primer álbum recibe el Alph-Art Coup de Coeur (Premio revelación) en Angoulême 1991. La saga editada por Delcourt por ahora se ha extendido hasta los siete volúmenes: L’Origine (1990), La Qu… 1991), Le Processus (1993, mejor guión en Angoulême en 1994) , Le Début de la fin / La fin du début (1995), La 2,333e Dimension (2004), Le Décalage (2013) y L’Hyperrêve (2020). Esperamos que en algún momento alguna editorial nos traiga esta grandiosa serie a nuestro país. Mathieu ha trabajado en más de 20 álbumes incluyendo colaboraciones y trabajos en solitarios. Ha recibido varios premios en su trayectoria como el Premio al Mejor Álbum de Dibujo, en el Festival Sierre en 2002 por Le Dessin , o en 2010 el Gran premio de la crítica otorgado por la Asociación de Críticos y Periodistas del Cómic (ACBD), por su cómic Dios en persona y el cual hoy nos trae aquí.