Las "críticas eliterarias" no son las recensiones al uso que aparecen en los suplementos literarios de los periódicos o en las revistas de literatura, ambas publicaciones dedicadas a promocionar libros de ciertas editoriales que son pródigas con el medio de comunicación donde estas crónicas aparecen.
Una crítica elitararia (dirigida, como indica su nombre, a una elite intelectual o cultural) prescinde de favoritismos o falsos halagos y se centra en aspectos extraliterarios de excelsa sublimidad, escarba en lo más hondo de la obra que, como todo el mundo sabe, o debería saber, es la superficie. La crítica eliteraria percibe ese apretado espesor de tonos de la narración, detecta arrusticamientos prosódicos o ese avulgar palabras por ir urgido. La crítica eliteraria no se centra en las menudencias de la intriga y del enredo, amores difíciles, maldades contra inocentes, dilemas desgarradores, azares del Destino, coincidencias ingeniosas, sorpresas bien urdidas, embelecos de la pasión y todo lo prescindible que constituye justa materia de los relatos y novelas. Prefiere resaltar esa frase que es como una flecha o dardo herbolado de inquina, buscar la tortuosa sabiduría de meandros. La crítica eliteraria es etnófuga, criptoétnica, epistemocéntrica, siempre al acecho de esa "Füncklin himmelischer Nature" (centellita de naturaleza divina) de la que hablara el maestro Eckerhart.El libro se compone de 65 recensiones imaginarias de libros que semejan títulos y autores de renombre. No hay burla en ellos ni del autor ni del título que trata de parodiar. Es sólo humor y pasatiempo. El libro se divide en cuatro secciones: ► Críticas eliterarias► Críticas de libros del gremio de la ramería► Críticas filosófobas► Críticas de libro de ciencia infección► Nuevas críticas eliterarias.