Una novela divertida, que cambia de género de un capítulo al siguiente
¿Sería posible imaginar una conjunción de circunstancias que ocasionasen la supervivencia del individuo en apariencia menos apto? ¿Por qué la naturaleza necesita no solo a los especímenes más audaces, sino también a los cobardes o egoístas o tímidos o débiles?
El señor Königsberg tiene un carácter difícil: es arisco, hermético, solitario, no piensa como los demás ni falta que le hace, sus días están marcados por unas rutinas férreas, no suele caer bien ni tampoco es el hombre más atractivo del mundo. Pero tiene determinación. Y, cuando algo se le mete entre ceja y ceja, tras sus grandes gafas de cristales cuadrados, sabe amar como nadie.
Cuando todo cambie y se hunda a su alrededor, él permanecerá impasible. Donde otros sucumban, él superará las vicisitudes sin grandes esfuerzos. Cuando el planeta entero se transforme, no una sino varias veces, ni los giros más disparatados alterarán un ápice la inmutabilidad del señor Königsberg.
Y es que ni siquiera los cambios de género del nuevo libro de Juan Jacinto Muñoz Rengel, que mutará de la novela-Bartleby a la fantasía, a la ciencia ficción, a lo pulp, la literatura postapocalíptica o la utopía feminista, serán capaces de alterarlo. Ninguno de esos cataclismos. Porque no es posible encontrar un protagonista más a prueba de bombas.
Juan Jacinto Muñoz Rengel, es doctorado en Filosofía y ha dado clases en España y Reino Unido, donde residió durante una temporada. Su primer libro fue 88 Mill Lane, un recopilatorio de historias cortas de fantasía. Con el segundo, también una selección de relatos, De mecánica y alquimia, consiguió el Premio Ignotus a mejor relato corto. Con El asesino hipocondríaco dio el salto a la novela en 2012, y es uno de sus trabajos más conocidos y traducidos. Tras este, ha publicado otros títulos como Pink, El sueño del otro o El libro de los pequeños milagros. Además, es un reconocido antologista y fue coordinador de La realidad quebradiza, Perturbaciones y Ficción Sur. |