Poemas, relatos y cartas escritas desde la trinchera de la I Guerra Mundial por el jovencísimo Jacques Vaché, surrealista y precusor de la escritura automática.
Recuperado para la posteridad por André Breton, rendido admirador suyo, Jacques Vaché (Lorient, 1895-Nantes, 1919) no dejó tras su breve paso por el mundo (falleció a los 23 años de edad a causa de una sobredosis) más que unos cuantos relatos, poemas y dibujos, así como así como una serie de cartas escritas desde las trincheras de la Primera Guerra Mundial. Producción exigua que, sin embargo, por su espíritu rompedor, irreductible y descreído, ha bastado para asegurarle un lugar de honor en la historia de las vanguardias y, más recientemente, su reivindicación como insigne «bartleby» de la literatura por parte de autores como Enrique Vila-Matas o J.-Yves Jouannais.