«Ácido, socarrón y brutalmente sincero de un modo que sin duda ofenderá a los puristas. Repleto de peleas a puñetazos, anécdotas peripatéticas y encuentros cercanos con compañeros de la carretera, como Elvis Presley, Hank Williams, Roy Acuff, Johnny Cash y muchos otros».
Los hermanos Louvin son una institución de la música estadounidense. Venerados por gigantes como Johnny Cash, Gram Parsons, Kris Kristofferson y Nick Cave, se les considera unos verdaderos maestros de la armonía, quizás el mejor y más influyente dúo de góspel y country que haya existido jamás… y sin duda el más turbulento. Nacidos en los años veinte en Alabama, en la zona sur de los Apalaches, los Louvin no podían ser más distintos entre sí. Charlie era un joven respetuoso, devoto y temeroso de Dios, pero su hermano Ira, que en otro tiempo había ido para predicador, vivía atormentado por todo tipo de diablos; veleidoso, mujeriego y alcohólico, se labró una merecida reputación de «hombre salvaje» debido a su costumbre de destrozar sus mandolinas sobre el escenario, acabar a golpes con miembros del público e insultar a Elvis Presley.