Un libro original. Una biografía literaria sobre un personaje real sobre arquitectura, identidad, paternidad... Y además, el tono tiene un humor único.
En 1881, sin hablar una palabra de inglés y con cuarenta mil dólares procedentes de una estafa de valores, el arquitecto valenciano Rafael Guastavino viaja a Nueva York con intención de patentar allí la técnica medieval de la bóveda tabicada. Pero ese accidentado viaje –que culmina en su participación en edificios tan emblemáticos como Grand Central Station, la catedral de Saint John the Divine o el puente de Queensboro– es algo más que la enésima versión del cliché del «sueño americano». Guastavino es la demostración palpable de hasta qué punto una identidad arquitectónica nacional puede nacer de un modo completamente aleatorio e inesperado.
Andrés Barba recupera aquí toda la audacia y libertad narrativa de maestros del género biográfico como Aubrey, De Quincey, Schwob o Borges en una obra de no ficción especulativa acerca de la identidad, las dificultades de la paternidad y, sobre todo, de los difusos límites entre la narración histórica y la mera ficción a la hora de construir nuestros ídolos nacionales.
Andrés Barba. (Madrid, 1975) se dio a conocer en 2001 con La hermana de Katia (finalista del premio Herralde y llevada a la gran pantalla por Mijke de Jong), a la que siguieron dos excelentes libros de nouvelles titulados La recta intención y Ha dejado de llover (Premio Nord Surd), y seis novelas más que le confirmaron como una de las firmas más importantes de su generación en España. En colaboración con Javier Montes recibió el Premio Anagrama de ensayo por La ceremonia del porno. Fue elegido por la revista Granta como uno de los mejores narradores jóvenes en español.
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