Una novelita gráfica que se lee de un tirón. Con un humor tierno y melancólico pero que duele.
Oso vive sobre ruedas. Su hogar es una furgoneta con la que hace varios kilómetros al día buscando aparcamiento, ofreciendo itinerarios clandestinos a turistas o llevando al cole a su hija Violeta. Las ventajas de vivir en ruta son varias: todo está cerca, no pagas alquiler y no tienes que rendir cuentas con los vecinos.
Las desventajas también existen. Vivir sin destino, por ejemplo, hace difícil encontrar un lugar en el mundo. De momento, Oso se dedica a hacer chapuzas. Lo de la furgo es algo provisional. El apaño que encontró a mano cuando fue desahuciado.
El número de pisos vacíos en ciudades como Barcelona es obsceno. La situación general es abusiva, la desconfianza ciudadana es creciente y el funcionamiento general no presenta visos de cambio. Las soluciones pasan por tragar quina y pensar que todo esto es pasajero. Que con suerte, pasado el temporal, volveremos a la casilla de salida. Con esa idea en mente, Oso va haciendo, y aunque las energías no son las mismas que hace veinte años, el truco está en no preocuparse demasiado.
La furgo es una historia de aliento social donde los valores humanos evolucionan despiertos y se fortalecen en la precariedad, al margen de un paisaje social donde el ciudadano medio es poco más que un muerto viviente.
Martín Tognola (Buenos Aires, 1972) empezó a publicar en los principales medios de la prensa argentina con poco más de veinte años, antes de echarse la mochila a la espalda y salir de viaje por Europa. A mediados de los 90 recala en Barcelona, se enamora de la ciudad y se instala en ella. Desde entonces ha trabajado como portadista de libros, ha ilustrado novelas, ha publicado en medios como The Washington Post, The New York Times, Hollywood Reporter, Time Out, La Vanguardia, El Periódico de Cataluña, Rockdelux, Le Monde, Playboy, Clarín y un larguísimo etcétera. Es autor, junto al guionista Aníbal Mendoza, del álbum Barcelona Low Cost.
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Ramon Pardina (Barcelona, 1977) trabajó toda una década como creativo publicitario antes de meterse a guionista de televisión en programas como Buenafuente, En el aire con Andreu Buenafuente, Polònia, Crackòvia o El foraster. Ha escrito varios libros de relatos en catalán, el último de los cuales lleva por título El club dels homes amb bigoti, y es guionista de los cómics Me gusta la tele y Me gusta el sexo, ambos dibujados por Martín Tognola. Es también autor de los libros Lo que vendría a ser la historia de la televisión en España, junto a guionistas de la productora El Terrat, y El dietari del foraster, con Quim Masferrer. Actualmente colabora también en el programa de radio Via Lliure, de RAC1.
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