Imagínese el ingenio incisivo de Virginia Woolf mezclado con la languidez de Françoise Sagan: esta es la obra de Eve Babitz.
Eve Babitz pasó como un terremoto por el Hollywood de los sesenta y setenta. Artista, escritora y seductora compulsiva, se ganó con su talento a la escena bohemia de Los Ángeles, la ciudad sin pasado en la que nada parece hecho para durar. Días lentos, malas compañías es una evocación de ese Hollywood fascinante y cruel, obsesionado con la superficie de las cosas. En diez viñetas bañadas por el sol y barridas por los vientos de Santa Ana, Babitz retrata un L.A. de estrellas de cine angustiadas por su éxito, socialités atrincheradas en el Chateau Marmont, actores de telenovelas a los que aterroriza la muerte de sus personajes y femmes todavía más fatales que ella.
Con un estilo que es a la vez ligero y profundo, lleno de color, Babitz recrea en estos relatos la bebida, las drogas, el sexo y las puestas de sol de un mundo desaparecido que nos recuerda demasiado al nuestro. Y de paso, entre tragos de tequila y trozos de Qualuude, reflexiona sobre la fragilidad de las relaciones y lo efímero de la belleza en una ciudad que, como una canción de los Beach Boys, parece haber nacido para alcanzar la perfección.
Eve Babitz (1943-2021) fue una escritora, artista y figura icónica de la contracultura de Los Ángeles. Hija de una escultora y un violinista de la 20th Century Fox, Babitz creció rodeada de artistas. Era ahijada de Igor Stravinsky —que le pasaba copas de whisky por debajo de la mesa— y sus padres alternaban con Picasso, Charles Chaplin o Greta Garbo. En 1963, llegó su primer contacto con la notoriedad gracias a la icónica fotografía de Julian Wasser en la que se la ve desnuda jugando al ajedrez con Marcel Duchamp. A finales de los sesenta ya diseñaba portadas para Linda Ronstadt, The Byrds y Buffalo Springfield, y colaboraba con Rolling Stone, Vogue y Esquire. Escribió cinco novelas y dos libros de no ficción. También se fue de farra con Andy Warhol, Joan Didion y Jim Morrison, uno de sus muchos amantes. Además de Días lentos, malas compañías, entre sus obras destacan El otro hollywood, L.A. Woman y Sex and Rage. Todas capturan con agudeza la efervescencia cultural de la California de los años sesenta y setenta. En los últimos años, su obra ha sido objeto de un revival en el mundo anglosajón que la ha acercado a nuevas generaciones de lectores.
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