Este libro proporciona una finísima capa de falsa erudición, una tenue pátina de saber en la que va empaquetada una cultura rápida y mínima.
Pedimos perdón a los que compren este libro deslumbrados por lo que promete el título, cosa de todo punto imposible. Culto, lo que se dice culto, no se puede ser en diez días, ni en diez meses ni en diez vidas reencarnadas, por lo que pretender culturizar así al lector es tan sólo una engañifa. Pero lo que no se puede ser se puede parecer. Y en esto sí que este libro es muy útil, pues proporciona una finísima capa de falsa erudición, una tenue pátina de saber en la que va empaquetada una cultura rápida y mínima, suficiente para tertulias y conversaciones de sobremesa. Nos ayudará a disponer de citas cultas sobre libros que no hemos leído, a mencionar sucesos históricos de los que no tenemos ni idea y a brillar entre gentes que hablan mucho de la cultura, aunque les importe bien poco. Es una obra honesta que parodia con humor todos esos manuales titulados cosas como Cien películas que tienes que ver aunque no te guste el cine, 365 píldoras culturales para todos los días de año, Los libros que hay que leer antes de morirse, etc., destinados a que no pensemos por nuestra cuenta sino a que nos guste aquello que los que mandan quieren que nos guste.
Enrique Gallud Jardiel
(Valencia, 1958) pertenece a una familia de raigambre literaria, pues es nieto de Jardiel Poncela, el gran humorista. Es Doctor en Filología Hispánica y ha enseñado en universidades de España y del extranjero. Ha publicado más de una treintena de ensayos literarios, históricos y filosóficos y ha acabado hasta la coronilla de tanta erudición y tanta mandanga. Por ello se ha liado la manta a la cabeza y decidido que, si la literatura tiene como propósito divertir a la gente, tiene que empezar por divertirle a él.
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