Un hombre escribe en Barcelona, y este libro abarca lo que abarca su hora exacta, la hora en que escribe en Barcelona. Quizás antes haya paseado el Raval, haya saludado a unas señoritas, les haya dicho unas monerías, figuradamente. Quizás más tarde haya hecho unos largos, haya comprado el periódico, haya hecho proselitismo taurino, haya sentido el inagotable rumor del susto y del metropolitano, bajo sus pies. Quién sabe si no haya visto una película o seis, se haya enredado, haya dormitado un poco, haya hojeado un libro de dibujitos —con ese «enredado» queremos decir que se ha tocado, que se ha amado lúbricamente…—, por dónde íbamos… Pero ha vuelto. Y ahora es un hombre que «escribe en Barcelona», un amigo cuerdo que abarca poco pero escribe apretao, hilvanando un discurso que nace de la parte más sucia de sí y florece perfumado sobre la página. Un escritor haciendo boxeo de sombra, lunático, inmoderado, en fuego, on fallas. Un espontáneo que varea la literatura para ver qué cae, y lo que cae es letra, letra temible, simiente de hombre. La mira un instante con estupor y continúa su paseo.
Imagen de cubierta de Tyler Armstrong.
Rubén Lardín (Barcelona, 1972) es traductor, crítico, guionista y, sobre todo, escritor. Ha participado en numerosas publicaciones colectivas sobre cine y cómic, con especial querencia por las cosas que dan miedo. Es autor del dietario Imbécil y desnudo, de la memoria sentimental Corazón conejo y de ensayos como Las diez caras del miedo, Fuego en el cuerpo, Sam Peckinpah. Hermano perro o El resplandor. Además de lo suyo, en ocasiones se ocupa de lo de los otros, y ha ejercido de editor literario en libros como El día del niño, El principio del fin o Ven y mira, comisariado exposiciones, impulsado y dirigido la bitácora literaria El butano popular, seleccionado películas para Sitges. Festival internacional de Cinema de Catalunya y colaborado en la organización del Primer Festival de Cine Erótico de BCN. También es habitual desayunarse un Lardín en eldiario.es, Cinemanía, Rockdelux, Cartelera Levante, Vice o El Estado Mental. Desayuno de campeones.
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