Humor elegante de diálogos rápidos y comentarios hirientes
"De cómo mi señora y yo fuimos a Nueva York a vivir la vida y a conseguirle un marido a Katie"
La gran ciudad es una aventura urbana en la América de la Ley Seca. Pero, lejos de centrar la acción alrededor del whisky clandestino (o, vaya, no más allá de las copas estrictamente necesarias para que los personajes se lo pasen medianamente bien de vez en cuando), Lardner recrea la historia de una heredera rural, Kate, modestamente acomodada, cuya hermana mayor, Ella, se empeña en casarla con un rico, cueste lo que cueste. Así, ambas hermanas, acompañadas por Tom, el cuñado, se trasladan desde el pueblecito de Indiana donde vivían hasta la Nueva York de entreguerras con un objetivo claro que nace de un deseo oscuro. El primero, encontrarle a Kate ese panoli con los bolsillos repletos y la cabeza hueca; y el segundo vivir la vida de una vez por todas.
Ring Lardner fue uno de los escritores de mayor éxito de la década de los veinte, gozando de la rara combinación de la aprobación de crítica y público de su obra. Lardner comenzó su carrera de escritor como periodista deportivo y columnista de varios periódicos de Chicago convirtiéndose en una de las voces más innovadoras y entretenidas de su país. Sus columnas y artículos sobre el béisbol obtuvieron gran éxito editores, lectores y jugadores. Literariamente, muchos de sus cuentos fueron considerados por la crítica como obras excepcionalmente bien elaboradas y más satíricas que simplemente humorísticas. Entre los críticos y escritores que ensalzaron la obra de Lardner se encuentran nombres como Edmund Wilson, Sir James Barrie o Virginia Woolf. Fue amigo íntimo de Francis Scott Fitzgerald.
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