Obra maestra del genio cómico de Natsume Soseki («Botchan»), es una sátira descarnada, con ínfulas de clásico moderno, que tiene como protagonista a un cín
«Soy un gato, aunque todavía no tengo nombre». Así comienza la primera y más hilarante novela de Natsume Soseki, una auténtica obra maestra de la literatura japonesa, que narra las aventuras de un desdeñoso felino que cohabita, de modo accidental, con un grupo de grotescos personajes, miembros todos ellos de la bienpensante clase media tokiota: el dispéptico profesor Kushami y su familia, teóricos dueños de la casa donde vive el gato; el mejor amigo del profesor, el charlatán e irritante Meitei; o el joven estudioso Kangetsu, que día sí, día no, intenta arreglárselas para conquistar a la hija de los vecinos. Escrita justo antes de su aclamada novela «Botchan», «Soy un gato» es una sátira descarnada de la burguesía Meiji. Dotada de un ingenio a prueba de bombas y de un humor sardónico, recorre las peripecias de un voluble filósofo gatuno que no se cansa de hacer los comentarios más incisivos sobre la disparatada tropa de seres humanos con la que le ha tocado convivir.
Natsume Soseki nació en 1867 cerca de Edo (actual Tokio). En 1900 se le concede una beca del gobierno y se le envía a Inglaterra. Regresa a Japón en 1902 para enseñar en la Universidad Imperial de Tokio. La fama le llegará con la publicación en 1905 de «Soy un gato». En 1906 aparecerá «Botchan» (Premi Llibreter, 2008), que se convierte automáticamente en un best-seller. «Sanshiro» (1908, Impedimenta, 2009) está considerada la novela puente entre sus dos obras capitales. «Más allá del equinoccio de primavera» (Impedimenta, 2018) es su novela inédita, un auténtico tapiz sobre la Era Meiji. |