Una novela vibrante y mordaz que cuenta la historia de una familia extravagante burguesa en el periodo de entre guerras.
En A la caza del amor, su novela de mayor éxito, Nancy Mitford utiliza elementos reales de su extravante y famosa familia para construir el relato.
La acción se abre en el salón de Alconleigh, la casa de campo de los Radlett. Ante nuestros ojos se van desfilando los distintos miembros de la familia: el malhumorado padre, Matthew, con sus violentos y cómicos estallidos de sólera y sus curiosos pasatiempos, como organizar cacerías en las que las piezas son alguno de sus hijos...; la ausente y devota madre, Sadie; y los siete hijos que junto a su prima Fanny forman una estrafalaria y divertidísima familia. Pero realmente es la joven Linda Radlett y su permanente búsqueda del amor el auténtico centro de la historia. A través de estas páginas acompañaremos en su azarosa conquista y conoceremos a los distintos hombres en los que creyó encontrarlo.
El texto despliega el famoso ingenio satírico y la extraordinaria capacidad de la autora para reconstruir el ambiente, la vida y las personas en los círculos aristocráticos ingleses de entreguerras. Un libro inteligente y divertido, que, aunque pudiera gustar simplemente por lo que es: una novela vibrante y mordaz, es también un verdadero trozo de vida.
Nancy Mitford (1904-1973) nació en Londres. Primogénita del barón de Redesdale, las únicas clases a las que asistió en su infancia fueron de equitación y francés. Aburrida de la ajetreada vida social de su época, Mitford empezó a escribir poco antes de su matrimonio en 1932 y antes del gran éxito de A la caza del amor (1945) publicó cuatro novelas, la más destacada de las cuales es Trifulca a la vista (1935), que fue retirada de la circulación por la propia autora para no herir los sentimientos de su familia y no ha podido publicarse durante décadas. Tras la guerra, Mitford se trasladó a París, donde vivió el resto de sus días. Al éxito de A la caza del amor, le siguió el de Amor en clima frío (1949), La bendición (1951) y No se lo digas a Alfred (1960). Todas las hermanas Mitford fueron figuras destacadas en la sociedad de su tiempo. Nancy, la más famosa de todas ellas, recogió en sus novelas muchas de las proezas de esta peculiar familia.