La herencia, el deseo de pervivir, la paternidad, el horror, lo íntimo y lo político. Una novela libre y osada, hechizante y genial.
«Una narradora oscura, minuciosa, terrible y cautivadora» (Javier Calvo).
«Leer a Enriquez es una experiencia dura, emocionante. Sus historias no son tranquilizantes. Es una maestra de lo macabro que no apela a emociones baratas, sino que cada pequeño detalle de oscuridad está allí por una razón y cada una de sus historias contiene una carga política» (Anne Meadows, Granta).
El lector encontrará en estas páginas casas cuyo interior muta; pasadizos que esconden monstruos inimaginables; rituales con fieros y extáticos sacrificios humanos; andanzas en el Londres psicodélico de los años sesenta, donde la madre de Gaspar conoció a un joven cantante de aire andrógino llamado David; párpados humanos convertidos en fetiches; enigmáticas liturgias sexuales; la relación entre padres e hijos, con la carga de una herencia atroz; y, de fondo, la represión de la dictadura militar, los desaparecidos y, más adelante, la incierta llegada de la democracia, los primeros brotes del sida en Buenos Aires...
El terror sobrenatural se entrecruza con terrores muy reales en esta novela perturbadora y deslumbrante, que consagra a Mariana Enriquez como una escritora fundamental de las letras latinoamericanas del siglo XXI.
Un padre y un hijo atraviesan Argentina por carretera, desde Buenos Aires hacia las cataratas de Iguazú, en la frontera norte con Brasil. Son los años de la junta militar, hay controles de soldados armados y tensión en el ambiente. El hijo se llama Gaspar y el padre trata de protegerlo del destino que le ha sido asignado. La madre murió en circunstancias poco claras, en un accidente que acaso no lo fue.
Como su padre, Gaspar está llamado a ser un médium en una sociedad secreta, la Orden, que contacta con la Oscuridad en busca de la vida eterna mediante atroces rituales. En ellos es vital disponer de un médium, pero el destino de estos seres dotados de poderes especiales es cruel, porque su desgaste físico y mental es rápido e implacable. Los orígenes de la Orden, regida por la poderosa familia de la madre de Gaspar, se remontan a siglos atrás, cuando el conocimiento de la Oscuridad llegó desde el corazón de África a Inglaterra y desde allí se extendió hasta Argentina.
Mariana Enriquez (Buenos Aires, 1973) es periodista, subeditora del suplemento Radar del diario Página/12 y docente. Ha escrito novelas, relatos de viajes, perfiles –como La hermana menor, acerca de la escritora Silvina Ocampo: «Enriquez ha sabido recrear una época especialmente interesante de la vida cultural de Buenos Aires» (J. A. Masoliver Ródenas, La Vanguardia); «Un libro revelador» (J. E. Ayala-Dip, El País)– y colecciones de cuentos: en Anagrama han aparecido dos de ellas, Los peligros de fumar en la cama: «Relatos espléndidos. (...) Una gran escritora» (Nadal Suau, El Mundo); «Unos cuentos impresionantes» (Llucia Ramis); y Las cosas que perdimos en el fuego, publicada en veinte países y galardonada en 2017 con el Premi Ciutat de Barcelona en la categoría «Literatura en lengua castellana»: «Goza de un merecido reconocimiento. La escritura posee cualidades como la condensación y una sugerente frialdad. Una prosa con peso específico» (Carlos Pardo, El País); «Se apoya con inteligencia en los maestros para crear un mundo narrativo muy propio» (Edmundo Paz Soldán); «Excepcional» (Marta Sanz). Su obra ha recibido un aplauso unánime: «Toma un rasgo que reconocemos en Cortázar y lo exacerba: lo podrido y maléfico de la vida cotidiana, la rajadura por la que se filtra un fondo de irracionalidad donde chapotean cuerpos entregados a sus excreciones y palpitaciones» (Beatriz Sarlo); «Un prodigioso cruce entre la reescritura de ciertas tradiciones y esa lucidez atroz que llamamos mirada propia. Compartirla con los lectores es motivo de fiesta» (Andrés Neuman). |