En un 2011 no del todo inconcebible, la sociedad ha abrazado la Paridad Mental, una ideología que proclama la igualdad intelectual absoluta y amenaza con redefinir la esencia misma de la inteligencia. Bajo sus nuevos postulados, palabras como listo o tonto se convierten en tabú, y combatir la discriminación de las mentes menos favorecidas pasa a ser el caballo de batalla de una renovada lucha por los derechos civiles. Las universidades censuran las lecturas obligatorias para evitar cualquier sugerencia de superioridad o inferioridad mental, y hasta clásicos como El idiota de Dostoievski se consideran problemáticos solo por lo que parecen insinuar sus títulos.
Pearson Converse, profesora universitaria de Literatura, observa con creciente escepticismo esta tremenda deriva hacia la homogeneidad intelectual y la restricción del lenguaje, y el día que su hijo Darwin es amonestado en el colegio por tachar de «estúpida» la camiseta de un compañero, dice basta. Con una aversión atroz a cualquier tipo de dogma desde que los testigos de Jehová marcaran su infancia, Pearson no está dispuesta a que las nuevas tesis de la Paridad Mental aplasten el espíritu de sus hijos ni el de sus alumnos.
Cuando sus controvertidas decisiones docentes y su empeño por preservar la libertad de pensamiento en un mundo que amenaza con apisonar todas las diferencias la sitúen en el centro de una tormenta ideológica, Pearson se refugiará en su mejor amiga, Emory, con la que puede despacharse a gusto y compartir sus ideas socialmente reprochables sobre el movimiento paritario. O eso cree… Enfrentada a la censura, el ostracismo de sus colegas e incluso a la intervención de los servicios sociales, Pearson deberá encontrar la mejor estrategia para alzar su voz en una sociedad en la que la disidencia y la meritocracia intelectual se castigan como una vieja herejía.
Con una prosa incisiva y su sarcasmo marca de la casa, Shriver vuelve a la carga con esta lúcida e inquietante novela sobre un presente y un futuro en los que la lucha por mantener la integridad se hace más necesaria que nunca. Una distopía divertidísima, mordaz y aterradoramente verosímil.
| Lionel Shriver nació en 1957, en Carolina del Norte. Periodista y escritora, estudió en la Universidad de Columbia, ha vivido en Nairobi, Belfast y Bangkok, y en la actualidad reside en Londres. Después de varias novelas, en el año 2005 ganó el prestigioso Premio Orange con Tenemos que hablar de Kevin, que se convirtió en un bestseller internacional y consagró a la autora: «Un libro muy valiente, muy arriesgado, muy trabajado y muy impactante, sin concesiones ni gratuidades, de poderoso calado literario» (José María Guelbenzu, El País). Además de esta, Anagrama también ha publicado sus siguientes novelas: El mundo después del cumpleaños: «Una escritora que va siempre a por todas» (Pablo Martínez Zarracina); «Repleta de humor inteligente» (Ramón Loureiro, La Voz de Galicia); Todo esto para qué: «Mordaz y de un humor negrísimo, después de leer a Shriver ya todas las demás nos parecen tontas e insulsas» (Gabriela Wiener, Marie Claire); «Me leí su novela anterior, El día después del cumpleaños, y no quiero dejar de leerme todo lo que hace» (Lola Beccaria, El País); «Lionel Shriver no escribe, construye bombas» (Laura Fernández, El Mundo); Big Brother: «La lucidez de Lionel Shriver nos da siempre un merecido y a ratos hilarante bofetón. Nos mantiene despiertos» (Marta Sanz, El Confidencial); y Los Mandible: «Shriver perfecciona su condición de cronista social... La autoconsciente brillantez de sus diálogos y el satírico aliento de su prosa se con-juran, como en las mejores novelas de Jonathan Franzen o Jeffrey Eugenides, a favor de sus personajes, que siempre resultan cercanos» (Sergi Sánchez, El Periódico).
|