Nathy siempre ha tenido muy claro el trabajo y la lucha por su sueño, desde los primeros pasos hasta convertirse poco a poco en la figura que actualmente representa. Tras girar por decenas de ciudades de América Latina y Europa, y acumular miles de seguidores, está claro que Esmeralda, Alabame, Sandía, Corashe, La Sandunguera y Natikillah son himnos más que canciones. Este libro es una forma de celebrar ese intenso recorrido.
«Gracias, Música, por permitirme tocarte en tantos países. Gracias a mis cuerdas vocales y a todo mi cuerpo por serme fieles ante la exigencia. Gracias a mi mente por crear canciones, por ser espectáculo, por darme ánimos y por criticarme. Gracias a mi público que me ha hecho crecer como una Reina humana y me ha amado con la pureza más hermosa. Gracias a mi familia por ser mi familia. Gracias a los ángeles que tengo dispersos en el mundo que me acompañan y me dan claridad. Gracias a la confianza que cada espectador ha depositado en mí.