Rocky se aburre mortalmente y ya se sabe: cuando el diablo se aburre, mata moscas con el rabo. Para escapar del tedio, ella y su cobardica y poco resolutivo robot Patoso descienden en barca por el río como Huckleberry Finn, o viajan a los confines del universo a través de un agujero cósmico en el patio trasero de casa. Por supuesto, no harán otra cosa que meterse en problemas, pero para Rocky cada una de estas incursiones en terreno desconocido tiene la dimensión gozosa y alocada del periplo aventurero. En las páginas de Rocky, aparecidas originalmente entre 1983 y 1986 en la legendaria revista Love & Rockets, y publicadas ahora por primera vez de forma independiente para esta edición española, Jaime Hernandez (Oxnard, 1959) combina la ciencia ficción pulp con la comedia adolescente para ofrecernos las peripecias frenéticas, absurdas y emocionantes de un personaje olvidado y sin embargo redondo. Al igual que la protagonista de estos fantásticos episodios, Hernandez se enfrentó al cómic y a la vida con el mismo espíritu “do it yourself” que acabó definiendo su época, derrochando el ímpetu de un talento desbocado que con los años se iría refinando –especialmente en su serie Locas– y que aquí, en su juvenil y desenfadada arrogancia, se nos muestra en su momento más libre, extático y vital.
Jaime Hernandez nació en 1959 en Oxnard, California, donde creció en compañía de su hermana y sus cuatro hermanos, en el seno de una familia de inmigrantes mexicanos. El interés por los cómics le fue transmitido por la afi ción lectora de su madre, que le descubrió la obra de autores hoy clásicos como Jack Kirby o Steve Ditko y las tiras de prensa Archie y Peanuts. La revista Mad le abrió los ojos a lo satírico, pero la verdadera revolución interna le llegó cuando uno de sus hermanos trajo a casa un ejemplar de Zap Comix, la mítica revista de Robert Crumb. A esa atracción por el cómic underground se sumaría la eclosión en Los Ángeles, a fi nales de los años setenta, de una escena punk rock que iba a impregnar los guiones y los dibujos de Jaime de ideales anárquicos y referencias populares, todo ello incorporado a un microcosmos de personajes realistas y defi nidos más allá de cualquier cliché. En 1981, junto a sus hermanos Beto y Mario, fundó la revista Love & Rockets, un soporte amateur en el que publicar sus historietas que al año siguiente pasaría a formar parte del soberbio catálogo de la editorial Fantagraphics. Desde entonces, Jaime ha ido desarrollando el universo de Locas y cosechando multitud de premios en todo el mundo. |