Producidos clandestinamente y distribuidos bajo mano, los "catecismos" conocieron un éxito arrollador, llegando a alcanzar tiradas de decenas de miles de ejemplares.
Versión latinoamericana de las míticas "biblias de Tijuana", los catecismos circularon en el Brasil de los años 50 a 70 del pasado siglo. Ilegalmente, ya que su temática los hacía impublicables dentro del circuito comercial de prácticamente el mundo entero, y desde luego del católico Brasil de aquellos días que, para más inri, conocería en 1964 una dictadura militar. Divertidos e irreverentes, los catecismos constituyen todo un testimonio de la sexualidad del Brasil de la época,en el que la virginidad era un bien preciado y la sodomía atajo recurrente. Sin embargo, no se detenían ahí, libres de censura, se permitían transgredir todos los tabúes: la homosexualidad, claro, pero también el incesto o el bestialismo cabían en sus páginas.
Pseudónimo de Alcides A. Caminha (1921-1992), fue el autor más prolífico y celebrado de los dibujantes de "catecismos". Se le atribuyen alrededor de 500 (compuestos según un estándar de 32 páginas con una sola viñeta por página), algunos de los cuales alcanzaron una tirada de hasta 30.000 ejemplares.