Esta marca diseñan y fabrica pollos de goma (ellos aseguran vender los mejores del mundo), manos diminutas, calzoncillos para ardillas y tiritas con sabor a beicon. Sus objetos se caracterizan por ser raros, hilarantes y de mucha calidad, con un un diseño que en ocasiones se mueve entre el bizarrismo kitsch y la broma infantil pero que en muchas ocasiones llega a alcanzar la sutileza del arte conceptual.
En 2018 estrenaron el primer museo del mundo dedicado a los pollos de goma en un rincón de su mítica tienda de Seattle, fundada en los años setenta.