Así plantamos cara a Amazon desde la librería más tonta del planeta

Podemos ponernos ñoños y dar pena y mirar mal a la gente que compra en Amazon y conseguir exactamente cero cosas o bien podemos hacer esto que hacemos (y conseguir también nada, no nos engañemos). Esta es nuestra estrategia:

  • Primero de todo: asumimos la derrota frente al gigante.
    Es lo que hay, ofrece un servicio mejor: mejores envíos, mejores precios, mejor catálogo. Y, además, no tienen problema alguno en reventar precios porque lo que pierden por un lado lo ganan por otro gracias a la venta cruzada y mientras tanto hunden a la competencia.  
  • Nuestra web es mejor.
    en serio, nuestra web es mil veces mejor que la de Amazon: tiene mejor información, mejor navegabilidad, es más bonita, es más fiable y tiene mejores fotos. Si encontráis una librería con una web mejor, decídnoslo para que la podamos copiar.
  • Nuestras fotos son mejores.
    Queremos que navegar por la web se parezca lo máximo posible a estar en la tienda y que el libro se aprecie tal y como es. Esto, además, nos da un posicionamiento increíble en Google Images, lo que es una inesperada ventaja adicional.
  • Menos productos.
    Por supuesto, los dos puntos anteriores tienen trampa: podemos mimar la web y fotografiar todos los productos porque nuestro catálogo es ridículamente pequeño. Dicho de otra manera, nuestro catálogo es muy selecto. En la Llama hay muy pocos títulos en comparación a cualquier otra librería. Esto puede ser una ventaja para el lector que quiere sugerencias, busca regalos o se pierde por el sobresaturado catálogo de novedades editoriales. Como no sabemos cómo gestionar una librería porque somos unos inútiles, preferimos que siga siendo manejable. 
  • Respondemos personalmente por todos los productos que tenemos.
    Al tener pocos, los conocemos y sabemos por qué hemos pedido cada cosa. Aunque algún mojón también hay en nuestras estanterías, no digo que no.
  • Nuestro envío también es más caro
    Eso es porque el seguimiento es personalizado y es imposible abaratar costes ahí. En esto salimos perdiendo porque Amazon puede negociar sus costes y nosotros no. La ventaja para el cliente es que ante cualquier problema los mails los contesta alguien. 
  • Pagamos impuestos y hacemos factura.
    ¿Eres autónomo?¿Has intentado pedir una factura en Amazon para desgravar gastos? Pues eso.
  • Productos exclusivos
    Vendemos cosas que no vende nadie más. No solo los de El Mundo Today, sino también fanzines, prints, objetos de diseñadores, arte y postales que editamos nosotros mismos.
  • Tenemos una Abi.

La pregunta que tratamos de hacernos es ¿Qué valor añadido podemos ofrecer que no puede ofrecer Amazon?  Contestamos esas preguntas e intentamos hacernos fuertes en esos puntos, porque en todos los demás nos barren y no hay mucho que hacer. 

Lo que queremos evitar a toda costa es culpabilizar al cliente que compra en Amazon. Desde la Administración están lanzando campañas publicitarias de apoyo al pequeño comercio con mucho violín, mucho filtro de Instagram y mucha ñoñería para que el trabajo sucio lo hagan los de siempre: los consumidores y los pequeños empresarios. Una campañita para recordar a la gente que compre en el barrio no hace nada si no hay medidas concretas, es hacer chantaje emocional a la gente.

Intentar dar pena es rentable a muy corto plazo porque la lástima dura poco tiempo y nosotros queremos estar abiertos mucho tiempo. Así que no nos compréis por pena, compradnos porque nuestra tienda es, en algunas cosas, mejor. 

Deja un comentario